El texto de Cibercultura corresponde a un informe presentado en 1997 ante el Consejo de Europa
sobre las implicaciones culturales de las tecnologías digitales de comunicación e información.

Por otra parte, el neologismo cibercultura, que, según este pensador de la tecnociencia, se
refiere al «conjunto de las técnicas , de las prácticas, de las actitudes, de los modos de
pensamiento y de los valores que se desarrollan conjuntamente en el crecimiento del ciberespacio» .
Esboza, además, lo que él llama «el retrato de la cibercultura», como la nueva forma de
universalidad que inventa el movimiento social que le ha dado nacimiento, incluidos allí
sus géneros artísticos y musicales, las emociones que suscita, las reformas educativas que
plantea, sus aportes al urbanismo y sus cuestionamientos a la filosofía política. Lévy,
en un «universal sin totalidad», esencia de la cibercultura. Desarrolla particularmente
el conflicto de intereses, así como diversos puntos de vista, críticas y contracríticas de la cibercultura.

El gran mérito de este texto de Lévy radica en llamar la atención sobre la cibercultura
como expresión de la mutación mayor de la esencia misma de la cultura. La cibercultura
«mantiene la universalidad disolviendo la totalidad» . De lo que tampoco cabe duda es
de que la inteligencia colectiva tiene en el ciberespacio su mejor escenario ubicuo de
realización creativa de cibercultura.